domingo, 13 de marzo de 2011

PEDRO GONZALEZ REVIEJO, NOMBRADO "HIJO PREDILECTO" DE EL TIEMBLO.

A punto de cumplir los cien años de edad, el Ayuntamiento reconoce su dedicación y compromiso por esta localidad de la que fue alcalde durante nueve años, 11 juez de paz y 42 maestro

El alcalde entrega el título a Pedro González.

Diario de Avila / Ana Arribas / El Tiemblo

En el Salón de Plenos del Ayuntamiento se celebró ayer el acto por el que Pedro González Reviejo fue nombrado hijo predilecto del municipio en reconocimiento a su dedicación y compromiso con el pueblo durante toda una vida. A punto de cumplir los cien años, el homenajeado fue acompañado por familiares y amigos en este merecido reconocimiento en el que la Corporación Municipal, en nombre de todo el pueblo, reconoció su dedicación, esfuerzo y servicio a la comunidad en todos los ámbitos en los que luchó y se esforzó por mejorar la vida de sus vecinos a lo largo del último siglo.
Nueve años como alcalde, 11 como Juez de Paz y 42 como maestro son algunos de los méritos que se le reconocieron en este emotivo acto en el que se destacó su labor como fundador de la primera Biblioteca Municipal y el gran esfuerzo que hizo para conseguir acoger en la localidad un Instituto de Educación Secundaria.
Después de que le entregara el título de hijo predilecto Rubén Rodríguez, antiguo alumno suyo y actual alcalde de la localidad, Pedro González se dispuso a firmar emocionado en el libro de honores y distinciones destinado a recoger las firmas de las personalidades relevantes a las que el Ayuntamiento de El Tiemblo otorga una distinción. Un largo aplauso de todos los allí presentes fue la mejor muestra del cariño y afecto que quisieron transmitir al que durante años fuese regidor y juez de paz del municipio. Dos importantes cargos que le permitieron servir y ayudar a todos sus vecinos. Pero, sin duda alguna, su faceta más conocida y respetada es la de maestro de varias generaciones. Aún hoy, 72 años después de que empezase a ejercer la docencia, le muestran día a día su admiración y respeto.
Cien años de vida que conservan al maestro en perfecto estado tanto físico como mental. Los cinco minutos que duró su discurso de agradecimiento bien confirmaron una lucidez asombrosa: «Todos estos años de mi vida profesional los he ejercido con vocación y entusiasmo en el pueblo. Me han dado muchas satisfacciones», reconoció el homenajeado. Con unas emocionadas palabras recordó sus motivaciones por contribuir al desarrollo cultural y educativo de la localidad. Terminó su discurso con un consejo: «Quiero decir a los miembros de la Corporación Municipal y a los que pretendan serlo que sirváis con ilusión, honradez y espíritu de servicio, porque de esta manera contribuiréis a engrandecer el pueblo, y por extensión, España, ¡viva El Tiemblo!»
El reconocimiento concluyó con la entrega de una placa al ilustre maestro y un ramo de flores a su mujer para posteriormente dirigirse a la Casa de la Cultura donde los asistentes pudieron terminar la mañana de homenaje tomando un aperitivo